Steven Spielberg
me desilusiono terriblemente con Indiana Jones y el Reino de la Calavera de
Cristal, se olvido de cómo combinar historias y
personajes interesantes con acción trepidante. Por lo que había leído su
mas nueva película podría ser su oportunidad de reubicarse como el gran
director de acción que solía ser.
La cinta
esta hecha completamente con tecnología Motion Capture (técnica utilizada en
filmes animados como Beouwolf, El Expreso Polar, Los fantasmas de Scrogge,
entre otras). Y debo decir que jamás había visto tal perfección de esta técnica,
los escenarios son hermosos y vivos, el estilo a la antigua es muy agradable, la acción de los personajes es muy fluida
y destaca su expresividad, que ha faltado en todas las
cintas filmadas en este formato. Pero esta calidad visual no se refleja en el flujo de su historia.
Durante
toda la cinta no logró despertarme alguna emoción, de hecho en momentos me llegó
a aburrir. La enorme falla aquí es que la historia es demasiado sencilla y se
hace demasiado énfasis en ella, es decir,
se hace demasiado arguende por algo demasiado simple, y eso enfada… Hay
momentos de puro parloteo innecesario, ya que el llamado Secreto del Unicornio
no es tan interesante, y me atrevo a decir predecible.
El ritmo es
demasiado lento y las pocas escenas de acción se sienten demasiado forzadas; no
hay alguna escena en realidad sobresaliente, al contrario la mayoría son algo
exageradas.
A mi
parecer, El secreto del Unicornio es mas un espectáculo visual que narrativo
(el mismo caso de Tron Legacy). Con un ritmo lento, una historia muy sencilla,
personajes muy planos pero un impecable uso del motion capture, Las Aventuras
de Tin Tin: El secreto del Unicornio funciona como película dominguera pero no
logra hacernos vibrar de emoción como lo haría Indiana Jones. Spielberg perdió el
toque.
6.5 de 10